En este caso la publicación es sobre uno de los componentes de Land Bison, un gestalt de la saga Brave en Japón.
No hay nada en occidente comparable a los niveles de mercadotecnia en el país del sol naciente, pero para explicar un poco, son Dios en las jugueterías.
Este auto de carreras legó a mis manos a principios de los noventa, en medio de la locura por comercializar cualquier cosa que se convirtiera; la suerte para mi es que tenía precio de k.o, pero no lo era.
El juguete cumple a máximas con la conversión, el modo auto es realista y compacto, sin dejar piezas al azar; la línea es bastante buena, y tiene detalles como el alerón trasero o la punta cuadrada que se estaba llevando en esos años como una innovación. Orientado a ser la cintura del gestalt, la conversión es sencilla pero sumamente efectiva, y nos presenta un robot que, si bien tiene lógicas limitaciones, compensa esto con detalles de rostro o la posición del pecho que serían tendencia en mechas más conocidos en occidente. Y varios años después está en perfectas condiciones, con nada más que sufrimiento en los stickers, pero la verdad le perdono todo.
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