lunes, 31 de agosto de 2015

Custom: Reinterpretación de Rapier

Rapier es un custom que hice hace cierto tiempo, en mi afán de, por un lado, aumentar el número de féminas en mis filas, y por otro de utilizar el cuerpo de Cybertron Thunderblast que a mi juicio se pierde en uno de los kibbles más grandes de todos los tiempos.

Sin embargo y como se puede ver aquí, nunca estuve al completo contento con el resultado del modo alterno, ergo, que no puedo seguir haciendo jets por la eternidad. Y así fue como un día tuve una iluminación y, utilizando la base del cuerpo con partes de otra araña, di origen a Rapier en su versión 2.0, que se convierte en una araña ciber mecánica armada, y que por supuesto continúa sirviendo al bando decepticon. Ahora sí siento que la he formado como corresponde.













domingo, 30 de agosto de 2015

La otra matrix Capítulo 7: Un ladrón con suerte



Helios 4. Seis meses después
Los pasillos del asteroide mecanizado en donde se mantenía interno a los autobots que presentaban fallas mentales eran todos iguales, altos, sin ventanas, con luces ocultas, interruptores y de un color gris blanco inmaculado; todo el asteroide estaba construido en forma de capas concéntricas de modo que la recepción de los pacientes y el alta de éstos se realizaba en el borde exterior, y la segmentación de los internados aumentaba su complejidad conforme se avanzaba hacia el centro. Las armas estaban prohibidas en el lugar tanto para los internos como para los guardias como una medida de protección, los medicamentos a base de infusiones de energon y los aparatos de control de impulso se encontraban resguardados a fin de evitar conflictos; en todas partes se respiraba tranquilidad y control, y según las instrucciones del autobot en jefe en el asteroide debía haber un clima de sana convivencia a fin de permitir que los internados pudieran, en determinado momento, recuperar el control de sí mismos y volver a ser útiles a la sociedad. Asimismo a los internos que se encontraban en etapas avanzadas de tratamiento se les asignaba un puesto en la línea de ensamblaje de componentes electrónicos que luego eran enviados las distintas bases autobot.
Los turnos de seis horas continuas por jornada dejaban tiempo suficiente para que los internos pudieran asistir a las terapias que les correspondían e ir a reposar e interactuar con los otros, aunque esto último era tema constante de debate, ya que los internos no se comunicaban unos con otros en las zonas destinadas a esparcimiento; algunos terapeutas opinaban que era porque se sentían presionados a hacerlo y otros porque las condiciones no eran las mismas que en cybertron o alguna de las colonias de donde ellos provenían. De todos modos la forma en que se determinaba si un autobot se encontraba en condiciones de volver a la vida civil y militar que le correspondía era a través de una serie de exámenes que confirmaban sus niveles de ecualización sensorial y la reacción a distintos tipos de estímulos tanto visuales como físicos.
Heartfire llevaba seis meses internado en el Helios 4 y se había convertido en un paciente modelo; después de la primera semana de adaptación no opuso resistencia a los tratamientos, procuró aprender los horarios y protocolos correspondientes a su terapia y redactó constantemente una línea de los avances y procedimientos en él realizados, con lo que dio una importante ayuda a sus terapeutas; antes de un mes, Heartfire ya estaba trabajando en la línea de ensamblaje, cumplía con prolijidad cada uno de los horarios y turnos que le asignaban sin jamás poner algún tipo de queja, y lo único que podían destacar de él como punto negativo era que fuera de lo estrictamente necesario no hablaba con otros internos o con los terapeutas, por lo cual se estimaba que la parte social de su carácter sería la que tardaría más tiempo en recuperarse por completo. No había sido posible encontrar registros de su memoria anterior, pero al consultarle cuál sería, según su juicio, la ocupación en la que le gustaría desempeñarse a futuro, indicó que le gustaría quedarse en la línea de producción, ya que en ese lugar se sentía parte de un todo y podía aportar y sentirse apoyado al mismo tiempo.
Su terapeuta confiaba en que dos años después, si no experimentaba ninguna diferencia estaría en condiciones de ser dado de alta y postular a un puesto de trabajo en una línea de producción en un asteroide dedicado a ello.

Faltando minutos para terminar su turno en la línea de producción, Heartfire se encontraba solo en la sala de ensamblaje ya que tenía a su cargo la revisión correcta del inventario de partes ensambladas y los pendientes; una vez terminó de confirmar los datos de manera correcta salió de la sala, pero volvió unos momentos después recordando que debía dejar un apunte de realización del sistema.
Cuando cruzó el umbral de regreso se quedó inmóvil mirando hacia una esquina
—Disculpa, pero creo que no tienes permiso para estar en este lugar.
Ninguna voz respondió a sus palabras, sin embargo el autobot caminó en dirección al punto al que miraba sin un asomo de duda en la voz.


—No quiero ser descortés, pero aunque te quedes inmóvil, de todos modos te encuentras en un lugar sin autorización, y si alguno de los guardias te ve, vas a meterte en problemas.

Sucedió un nuevo instante de silencio. Heartfire aparentemente sólo en la sala de suministros.

—Además al verte da la sensación de que estás armado, y los protocolos de Helios 4 indican que no se pueden portar armas.

De manera repentina se materializó ante él un autobot de más baja estatura, acorazado y que llevaba un cañón en la espalda. Su rostro parecía inexpresivo con las facciones cubiertas por una máscara plana y un visor, pero aún así se notaba sorprendido por la situación en la que estaba.

—Podías verme —dijo en un susurro— no estabas hablando solo como los locos de aquí.
—Mis sensores ópticos se encuentran en buenas condiciones ¿por qué no iba a poder verte? —respondió Heartfire perplejo.

El otro no respondió durante largos momentos; que alguien pudiera verlo cuando estaba usando el escudo invisible era algo en extremo extraño, más aún considerando quién era el fabricante de ese escudo.

—Es difícil de explicar, pero lo cierto es que tú no deberías poder verme.
—No eres un producto de mi imaginación —respondió Heartfire resueltamente— los terapeutas analizaron mi caso y no sufro de trastornos de percepción de imagen.

“Este tipo no está loco” Se dijo Heavythread. “No está desvariando como los otros, lo que hicieron fue lavarle el cerebro.”

—Estoy convencido de que tu salud está en perfectas condiciones —replicó Heavythread con tranquilidad— aunque sólo debo hacerte una pregunta de rigor ¿Vas a activar la alarma?

En esta ocasión fue Heartfire quien se quedó unos momentos en silencio, sin saber qué responder; en el fondo sabía que con quien estaba hablando era un intruso en esa sala de la línea de producción, y que debería dar aviso a la guardia del lugar, pero algo inexplicable se lo impedía: dar una alarma por intrusión no estaba en ninguno de los protocolos que le habían sido inculcados a lo largo de los últimos meses.

“Esto es extraño” Se dijo Heavythread “Hay dos cosas que me parecen extrañas y alarmantes, la primera de ellas es que este tipo no está loco como los otros que están encerrados en este lugar, y la segunda y la más peligrosa es que puede verme.”

Percibió que alguien se acercaba y volvió a concentrarse en el autobot que tenía frente a sus ojos.

—Escucha, alguien se acerca, así que trata de aparentar que estás solo en este lugar, porque quien sea que venga no podrá verme, y si te ven hablando solo pensarán que perdiste todos los tornillos.

En efecto, unos momentos después entró en la estancia un centinela que lo quedó mirando extrañado.

—Heartfire, estás aquí, pensé que se había quedado encendida la luz.

Durante unos segundos que a Heavythread le parecieron una eternidad, Heartfire no respondió. Después lo hizo con un tono de voz plano, desprovisto de emoción.

—Me retrasé en registrar mi salida y el reporte de provisiones.
— ¿Todo está bien?
—Sí, terminaré lo pendiente e iré a reposar.
—Entiendo, te dejo entonces, tengo que terminar mi ronda.
— ¿No descansas?
—Aún no —replicó el otro— me faltan varias horas, nos vemos,

La puerta se cerró, y Heartfire quedó nuevamente sólo, hasta que Heavythread se materializó ante él de nuevo.

—No puedo seguir mucho más tiempo aquí, y es demasiado peligroso que te deje así nada más. Cielos, Aldren va a matarme por hacer esto.
—Disculpa, no entiendo a qué te refieres.

El tanque lo contempló, pensativo.

—Lo entenderás muy pronto, amigo.

2

Cybertron. Tarn. Laboratorios subterráneos de Spektre.

—Te traicionó.
—Aún no lo hace.

Arciagan y Spektre habían procurado no tocar el tema durante los últimos meses, amén de la presión que Galvatron había realizado sobre toda la población decepticon a fin de poner en marcha el inicio de los preparativos para una guerra que, en teoría, terminaría con la tregua dentro de un tiempo indeterminado. Pero luego de la primera y tensa etapa, todo había regresado a la normalidad, al menos en apariencia.

—Estos últimos seis meses no has vuelto a tener noticias de Runflight, es obvio que ya no está en carrera por conseguir lo que le encargaste.

Spektre sabía que las cosas no habían salido como esperaba en un principio, pero aún tenía cosas sobre las que decidir.

—Reconozco que Runflight me decepcionó en ese sentido, pero si lo hizo, es porque está tras algo que le interesa más que el paquete de créditos que le ofrecí por encontrar el objeto que detectamos en el radar tiempo atrás; le ofrecí mucho dinero porque esperaba que se quedara con la riqueza, y me trajera el objeto que tenía un rango de energía idéntico a la Matrix de liderazgo que estaba en otro sitio.
—No lo hizo —apuntó ella sin emoción en la voz— pero sí siguió su ruta.
—Exacto. Tus drones espías verificaron que Ultramagnus y ese sujeto que según Runflight cargaban el objeto llegaron hasta las cercanías de Kyryon, lo que significa que fracasó en su misión de recuperarlo y traerlo; en condiciones normales pensaría que no quiere venir a rendirme cuentas y que da por perdida la paga, pero…

Arciagan continuó el hilo de sus palabras.

—Pero está desaparecido. Por eso insisto en que te traicionó, no está pensando en abandonar todo, descubrió que puede obtener un beneficio mayor y está tras de eso.
—No puede llegar hasta el objeto si éste ya está en poder de los autobots, no será tan ingenuo como para tratar de entrar en Kyryon.
—Pero igual sabes que trama algo.

Spektre sabía que una oportunidad como esa no se repetiría, quizás, en toda la eternidad. Lo que sea que fuera el objeto con esa frecuencia de energía, estaba separado de la matrix por algún motivo ¿Seguridad? ¿Duplicar la matrix? No importa de lo que se tratara, si existía, la posibilidad de que quedara en manos de Runflight era una ruina en potencia, tanto o peor que si se enteraba de ello el propio Galvatron.

— ¿Aún tienes ese contacto secreto entre los autobots?
—Sí, pero sabes que es un simple soplón de poca monta, dudo que pueda siquiera llegar a Kyryon.
—No importa, me basta con que averigue cuáles son las murmuraciones entre los pasillos; dile que necesitamos saber hasta los más ínfimos cotilleos.

Arciagan disfrutaba más la actividad que la quietud, de modo que se puso de buen humor; casi al mismo tiempo recibió un mensaje codificado.

—Tenemos noticias buenas dentro de todo.
— ¿Qué pasa?
—Hay un potencial yacimiento de cristales de amatista estelar a cierta distancia de aquí; podré continuar con mis proyectos.
—Felicidades querida.
—Gracias. Nos veremos más tarde, seré la dama de la amatista.

3

Heavythread utilizó un dispositivo de luz, el que apuntó directo a los ojos de Heartfire; un segundo después del cegador destello, el autobot pareció despertar de un sueño.

— ¿Qué es lo que pasa, que…?

Se interrumpió a sí mismo; de pronto se agolparon en su mente las imágenes y voces de los últimos seis meses, como si hubiera sido una cinta reproducida, pero en la que él participaba de manera constante.

—Estoy en Helios 4, me internaron aquí.
—Parece que estás volviendo en ti —comentó el otro con cautela—. Dicen que es confuso volver de los efectos de los tranquilizantes.
—Un poco. Espera ¿Quién eres tú?

Heavythread estaba pensando en que si estaba equivocado, muy bien ese sujeto podía matarlo sin vacilar, o a lo menos activar una alarma y con ello, causar muchos problemas. Pero como la perspectiva de los regaños de Aldren más tarde no lo hacía alegrar el día, no había diferencia significativa.

—Eso no importa ahora; escucha, yo no debería estar aquí, y tú no deberías estar aquí: te sedaron y no sabías ni quién eras, supongo que hiciste algo grave para que te medicaran de esa manera.

Escuchar eso revivió de golpe todo lo que había pasado antes de su arribo a ese asteroide; claro que había hecho algo terrible, confiar en que estaba haciendo lo correcto.

—Creo que sí, pero no viene al caso, supongo.

El otro estaba dudando de qué era conveniente decirle, pero si algo tenía claro era que no podía correr el riesgo de dejarlo ahí.

—No es bueno que estés aquí; soy del exterior, y quiero ayudarte, al menos a salir. Si aquí eres un criminal o hiciste alguna locura, entonces te entiendo y quiero ayudarte.

Aún no entendía lo que pasaba por su mente, o cuál era su posición en el espacio luego de todo lo que pasaba; aún había bruma frente a sus visores, pero tenía muy claro lo que pensaba al respecto.

—No eres de aquí ¿Verdad?
—Soy un extranjero de visita —respondió con evasivas—. No me digas que eres un nativo cybertroniano fiel a tu raza.

Siempre había sabido que existían desafiliados a las filas, cybertronianos que, hartos de la guerra, ignorantes de las razas o simplemente desinteresados de seguir órdenes, tomaban su propio rumbo, ya sea de manera independiente o formando colonias. La sensación de tristeza que a él lo embargaba en esos momentos era indescriptible.

— ¿Puedes salir de aquí?
—Sí.
—Entonces iré contigo —repuso en voz muy baja, casi hablando consigo mismo—. No dejo nada atrás, nada hay aquí para mí.

4

Asteroide Kyryon. Puente de mando. Mientras tanto.

La ceremonia iba a ser sencilla, no se trataba de hacer pompa en las circunstancias como las que actualmente pasaban a los autobots, pero Rodimus insistió en realizarla. Ultramagnus, los miembros de La muralla autobot y los principales centinelas estaban presentes.

—Viejo amigo, hago oficial tu reintegración a tu cargo de comandante de tropas, mi mano derecha, el cargo que nunca debiste dejar de ostentar y que te quité en un alarde de inseguridad.
—Rodimus…
—No —lo atajó con una sonrisa—. Es la verdad, soy yo el primero que debe reconocer y superar sus errores a fin de ayudar a otros a mejorar. Nos encontramos en tiempos difíciles, en medio de una tregua que no puede durar mucho, y que, en riesgo de ser rota por los decepticons en cualquier momento, nos exige unión, y el máximo de trabajo para estar prevenidos.

Se detuvo un momento, incapaz de hablar, pero disimulando su malestar adoptando una actitud reflexiva; unos momentos después pudo continuar.

—Este también es un momento de alegría para nosotros, ya que tenemos junto a nosotros a un amigo y poderoso guerrero que ha aceptado un cargo que le es merecido por su fuerza y capacidad. Acércate por favor.

Tau se acercó a él de entre las filas al líder autobot.

—Sé que no te gusta mucho la ceremonia, así que seré breve. Ante ustedes, mis generales a cargo de la pesada tarea de ser La muralla autobot, los comandantes de grupo y los centinelas, quiero nombrarte uno de ellos, y confío en ti para que hagas tu mejor esfuerzo en pos de la paz y la seguridad de toda la población autobot, y de toda aquélla que esté en riesgo o necesite de nuestra ayuda. Bienvenido, Sentinel Tau.

Se hizo un respetuoso silencio en el grupo; los hechos en torno a la suplantación de la identidad del guerrero estaban limitados a muy pocos autobots, y se consideraba un asunto confidencial, sin embargo de lo cual, era sabido por todos que su poder era requerido por el alto mando.

—Gracias por confiar en mí, es muy importante.
—Sé que harás lo mejor para aportar a la paz y la seguridad de todos.
—Lo haré.

Pero no sólo ese asunto ocupaba la mente de Sentinel Tau en esos momentos, también una promesa que permanecía pendiente: ahora que tenía el cargo de centinela, podría dejar de dilatar la investigación sobre la intervención de Runflight en su recuperación, y llamarlo a Kyryon para que se le reconociera el desinteresado acto que hiciera en su favor. Hasta el momento, el mercenario había cumplido su promesa de no cometer crímenes, lo que era un antecedente enorme a su favor, y si bien Sentinel Tau no esperaba que se uniera a los autobots, al menos confiaba en alejarlo de la senda del delito de manera definitiva; él había visto en aquél la bondad y la capacidad de sentir compasión cuando el peligro era insuperable, y eso no podía desperdiciarse. Haría lo posible por concertar una cita con el alto mando lo más pronto posible.



Próximo capítulo: Antigua enemistad

martes, 25 de agosto de 2015

Custom: Aecron

Este es un proyecto flash, concretado en muy poco tiempo por una suerte de desesperación en terminarlo. Mi inspiración es Pyro de The last stand of wreckers, cómic que me trae de cabeza hace tiempo. Sin embargo, tras serias conversaciones con Sleepy, confirmé lo que para mí era el punto débil principal del proyecto, y es la poca similitud de la cabeza; me encanta la original y le agregué un faceplate, amén del cambio de color, pero no evoca a un prime como es la intención del personaje en cuestión. Muchas ideas han pasado por mi mente, pero no encuentro una cabeza que se me pinte adecuada para los requerimientos, de modo que, por el momento o quizás para siempre, este muchacho recién creado será Aecron, un autobot blindado con un robusto modo alterno de vehículo de bomberos y que es un aspirante a los wreckers, grupo en el que siempre faltan integrantes. El arma aún está en proceso.
















sábado, 22 de agosto de 2015

La otra matrix: Primera guía de personajes

Primeras imágenes, a modo de prueba, de algunos personajes aparecidos en La otra matrix.


Nombre: Soulbreaker
Nombre código: Heartfire
Alineación: Autobot/independiente
Modo alterno: Vehículo acorazado


Nombre: Ultramagnus
Alineación: Autobot. Comandante
Modo alterno: Camión transporte


Nombre: Runflight
Alineación: Mercenario/Independiente
Modo alterno: Jet, bestia, tanque


Nombre: Ricochet
Alineación: Autobot/Independiente
Modo alterno: Autoóvil conceptual


Nombre: Sentinel Tau
Alineación: Autobot. Sentinela
Modo alterno: Nave acorazada


Nombre: Arciagan
Alineación: Decepticon/Independiente


Nombre: Slimdeam
Alineación: Autobot. Cronista


Nombre: Heavythread
Alineación: Independiente
Modo alterno: Tanque


Nombre: Aldren
Alineación: Independiente
Modo alterno: Jet


domingo, 16 de agosto de 2015

La otra matrix Capítulo 6: Nunca digas la verdad



Espacio exterior fuera de la órbita de Cybertron.

Heartfire y Ultramagnus fueron dirigidos por un silencioso y malhumorado guardián autobot a una nave transporte, y dejados a cargo de un piloto igual de malhumorado que se limitó a hacer un asentimiento con la cabeza antes de ocupar su puesto y comenzar el vuelo, que tardaría poco más de una hora. Ultramagnus le explicó a su acompañante que, luego de establecerse la tregua entre Galvatron y Rodimus, los autobots dictaron una serie de medidas nuevas de seguridad, entre las que se decidió instaurar La muralla autobot, un servicio de protección que evitaba la intrusión de enemigos que pudieran provocar desastres como la batalla en Ciudad autobot en la Tierra; de manera paralela, Rodimus se rodeó de varios generales que controlaban todos los movimientos de las filas del grupo, además de los oficiales encargados de reagrupar  los perdidos o desafiliados y restaurar el orden perdido antes, durante la guerra.

— ¿Y por qué no estuviste incluido en esos cambios?
—Eso no importa ahora —dijo Ultramagnus seriamente— nuestra misión es más importante que eso.

Otra vez aparecía el mismo tema; el legendario guerrero autobot sabía todo lo que pasaba, pero evitaba mencionar lo que había producido su caída; ese punto era una espina que Soulbraker no podía evitar tener siempre en mente. De cierta manera, esperaba que, al momento de entregar la copia de la matrix, su historia y la importantísima participación de su acompañante pudieran devolverle lo que le correspondía por derecho.

«Llegaremos en diez minutos. Tendrán que esperar en la plataforma de aterrizaje a que los trasladen porque me indican que Rodimus prime está en una reunión importante.»

La voz fría del piloto fue todo lo que escucharon en el resto del viaje, y ambos pasajeros se sumieron en un extraño silencio; Soulbreaker estaba nervioso por la perspectiva de entrar en contacto con los altos mandos, pero al mismo tiempo se abría un nuevo espectro de futuro antes sus sensores ópticos. Una vez que entregara la copia de la matrix, podría buscar una forma de comenzar de nuevo, ya fuera recuperar su ocupación anterior, o hacer algo más; se sacaría de encima ese tremendo peso, y su misión estaría cumplida, tal como Slimdeam se lo encomendara antes de morir; quería honrar su memoria, pidiendo que se destacara su nombre en alguno de los memoriales autobot.

Minutos después, ambos esperaban en una sala blanca de paredes desnudas y muy iluminada. Tras una espera que pareció eterna, un nuevo guardián grande y armado les indicó que lo siguieran. Pasillos sin puertas y con luz blanca en el techo, silencio y un eco sordo de los pasos que daba cada uno de ellos; finalmente llegaron a un gran salón de color metal también sin salidas y con sólo una luz central, que apuntaba al mesón donde Rodimus prime esperaba sentado a la cabecera.

—Bienvenidos.

El saludo del líder autobot fue frío y distante, pero Ultramagnus no se inmutó. El guardián se quedó de pie junto a la única puerta mientras los dos visitantes permanecían de pie frente al mesón. Rodimus terminó de ingresar una serie de datos en la pantalla que tenía frente a él, y luego se puso de pie, tras lo cual enfrentó a ambos, sin hacer ningún acercamiento.

—Ultramagnus, asumo que sabes la gravedad de la invocación de El espíritu de Primus, el peso sobre tus hombros es muy grande. Estamos en medio de una situación muy delicada.
—Entiendo a la perfección cuáles son las potenciales consecuencias de mis actos y estoy seguro que tú también lo entenderás en la medida que atiendas a la urgencia de mi solicitud.

La tensión entre ambos autobots era evidente; Soulbreaker se mantuvo en silencio mientras tanto.

— ¿Quién es él?
—Su nombre es Heartfire; mientras me encontraba realizando mis labores de reagrupación de autobots perdidos luego de la guerra, este autobot pidió mi ayuda para poder entregarte un objeto perdido en las ruinas de ciudad autobot, y por la importancia del objeto y el potencial peligro de que cayera en manos incorrectas, tomé la decisión de venir directamente a rendir cuenta.
— ¿Un objeto importante? —exclamó Rodimus a todas luces sorprendido—, Es extraño, en este tiempo no hemos recibido ninguna información de algo parecido. —y dirigiéndose al otro— ¿Tú tienes un objeto importante para nosotros?

La actitud de Rodimus era contenida ante él, a pesar de lo cual no se mostraba agresivo; Soulbraker se esforzó por mostrarse tranquilo ante el nuevo líder autobot.

—Rodimus, primero quiero decir que no sé muy bien cómo es que sucedió todo esto, pero si recurrí a Ultramagnus y a ti, es porque esto es realmente importante.

Le mostró la caja que hasta entonces había mantenido en su poder, aunque aún cerrada.

— ¿Qué es esto?
—Es una copia de la matrix de liderazgo —explicó tratando de sonar tranquilo—, la encontré en las ruinas de Ciudad autobot, creo que Wheeljack estaba trabajando en ella y no tuvo tiempo de entregársela a Optimus por todo lo que pasó después.

Si a Rodimus esa información le pareció sorprendente o ridícula, no lo demostró. Con un movimiento cuidado, oprimió el interruptor y abrió la caja. Por un momento, ninguno de los tres dijo nada, en tanto el dispositivo emitía un fugaz pero potente brillo desde el centro; desde el cuerpo de Rodimus se emitió un haz de luz de las mismas características, prueba innegable de que se trataba de un objeto que funcionaba en la misma frecuencia.

—Esto es…

Una vez recuperado de la sorpresa, Rodimus volvió a cerrar la caja y centró su atención en sus dos interlocutores.

—Dijiste que este dispositivo estaba en las ruinas de Ciudad autobot.
—Sí.

Antes que Rodimus pudiera decir algo al respecto, la puerta de la habitación se abrió y entró otro guardián con una severa actitud de preocupación.

—Rodimus…
—Howbrow, dije que no me interrumpieran.
—Lo siento, pero es importante.
—Debe esperar, estoy en una reunión de máxima importancia.
—Esto también lo es, me temo que no puede esperar —insistió el otro sin moverse del umbral—, es de suma urgencia.
—No podemos estar bajo ataque.

El autobot abrió completamente la puerta y entró, señalando al exterior.

—Creo que debe verlo por sí mismo, señor.

Sin esperar a que el líder dijera algo, el autobot encendió el mando del monitor holográfico, donde se vio de inmediato una imagen tomada desde el techo de uno de los salones de trabajo; Tau y otros conversaban animados.

—No lo entiendo, dime de qué se trata Howbrow.
—Se trata de un engaño, mi señor.

Una tercera voz se dejó oír en el lugar, mientras en el salón entraba quien lo decía a voz fuerte: era un robot idéntico al que se veía al interior de la sala enfocada por cámaras.

—Debes estar sorprendido de verme Rodimus prime —dijo el recién llegado—, pero puedo aclarar todo.
—No conversaré de nada con nadie en estas circunstancias; Howbrow, acompaña a este sujeto al puente de trabajo de batalla y custodien su estadía mientras resuelvo otro asunto.
—Sí señor.
—Espera, si quieres analizar este asunto tendrás que citar también a este sujeto —acusó el otro indicando a Heartfire—, porque está involucrado, es un traidor.

2

La presencia del doble de Tau y su acusación contra los recién llegados convulsionó al máximo el ambiente. Unos minutos después, en la sala central del puente se reunieron todos.
La sala se encontraba en el centro del asteroide mecánico Kyryon, provisional centro de operaciones del mando autobot mientras la tregua con los decepticons continuara siendo un asunto delicado en términos armamentísticos y diplomáticos. A diferencia de la sala anterior, el puente de batalla era amplio, con una gran pantalla en una de sus paredes y numerosos puestos de comunicación y control repartidos por las dos laterales, además de una serie de salidas por los costados y sensores de todo tipo, preparados para mantener la seguridad al máximo para sus ocupantes; también estaba custodiada por guardianes armados que vigilaban tanto el exterior como el interior.

—Entren.

Rodimus ocupó su puesto de espalda a la gran pantalla, mientras Ultramagnus fue dejado a un costado, junto a un guardián. Heartfire y Tau permanecieron al centro y, poco después, el otro robot con la misma apariencia fue conducido al interior del lugar. Soulbreaker no podía articular palabra por la sorpresa que le provocaba ver dos autobots iguales, y que además uno de ellos estuviera acusándolo de estar involucrado en todo eso ¿Qué estaba sucediendo?

— ¿Qué es esto, quién es este sujeto?
—Eso es lo que quiero saber —exclamó el líder con fuerza—. Algo muy grave está sucediendo aquí y no puedo permitirlo.
—Este sujeto me ha suplantado tiempo atrás —explicó el gran robot—, es un impostor.
— ¡Es una locura! —gritó el primero escandalizado— ¡Es claro que es una trampa!
—Puedo probar lo que digo; usen un lector de sistema nervioso.

Ante esa declaración, el autobot hizo un movimiento para tratar de salir del lugar, pero fue inmediatamente sujeto de ambos brazos por dos de los guardias. El recién llegado indicó de forma acusadora a Heartifre.

—Esa es una prueba, y la otra la tienes ahí: ese sujeto al que llamaste Heartfire es su aliado y la copia de la matrix que tienes en tu poder son la respuesta a tus inquietudes.

¿La copia de la matrix? Soulbreaker sintió que la habitación le daba vueltas ¿Cómo ese doble podía saber de aquello?

—Dime cómo es que sabes de ese objeto.
—Es un experimento antiguo en el que Wheeljack estaba trabajando desde antes de mi suplantación —explicó el otro—. Cuando el conflicto con los decepticons se intensificó, meses antes de la batalla en Ciudad autobot, fui a una misión en el cordón de asteroides de Saturno en la vía Láctea, y en esa misión se desató la desgracia.

Rodimus asintió, dando a entender que la misión en cuestión había existido; en tanto Ultramagnus sólo miraba al frente, absorto en la historia, o temiendo por su seguridad tras la invocación del espíritu de Primus, Soulbreaker no podía identificar sus sentimientos.

—Sufrí un ataque por parte de un enemigo desconocido, y perdí el conocimiento; cuando desperté me encontré atrapado entre enormes bloques de roca espacial de alta densidad, sin armas y con los niveles de energía al mínimo. Tras una espera que me pareció eterna, el conjunto de rocas en el que estaba atrapado se estrelló contra el cinturón energético del planeta, lo cual debió haber provocado mi muerte.

En el puente no se escuchaba un sonido excepto la voz del recién llegado; Rodimus asintió indicando a su interlocutor que prosiguiera.

—Sin embargo, un misterioso transformer me rescató en mi agonía, y llevó mi cuerpo a un asteroide mecánico donde, a pesar de mis graves heridas, consiguió mantenerme con vida; debo decir que el sufrimiento que viví es tremendo, ya que estar al borde de la muerte, con el cuerpo destrozado y la chispa expuesta, superó el límite de lo que un cuerpo común puede resolver. La maquinaria que me mantuvo con vida es conocida por ser usada para torturar prisioneros y sin embargo, me salvó.

El visitante hizo una pausa en su narración, la que por cierto se volvía más aterradora a cada palabra; Soulbreaker podría decir que no daba crédito a lo que escuchaba, pero su umbral de sorpresa estaba cada vez más difuso.

— ¿Quién es el que te rescató y te mantuvo con vida?
—En su momento te lo diré, pero ahora es importante que prestes atención a mi historia; de haber seguido conectado a las máquinas que menciono, mi muerte habría sido cuestión de tiempo, pero mi salvador utilizó algo que jamás esperé: la energía de la matrix de liderazgo.

Soulbreaker dio un respingo al escuchar esas palabras.

— ¿Qué?
—Mi salvador siguió a aquel sujeto por el espacio, en tanto descubrió que llevaba consigo la copia de la matrix de liderazgo. Logró tomar una fracción de esa energía vital, y con ella me devolvió a la vida.

¿Runflight?

— ¡Runflight! —gritó Soulbreaker sin poder contener su asombro— ¡Ese maniático nos atacó en el espacio, es un mercenario!
—Ser un mercenario no evitó que fuera compasivo con un moribundo —dijo fríamente el otro, mirándolo a los ojos con altivez—, mientras que tú estás aquí con maléficas intenciones.
— ¡Esto es una completa locura! —gritó Soulbreaker sin dar crédito a lo que oía—. Rodimus, no sé quién es él, pero me está acusando sin tener fundamentos.

Rodimus se puso de pie resuelto y firme, haciendo callar a todos con un gesto de la mano. Mientras la discusión tenía lugar, el robot que hasta ese entonces había mantenido la identidad de Tau fue desenmascarado y su máscara retirada.

—Exijo que me digas tu nombre.
—No te diré nada —exclamó el impostor desafiante—, excepto que no puedes acusarme de intentar dañar a alguien, porque en este tiempo sólo he contribuido a la causa autobot.
—Eso puedo verlo con claridad, pero la pregunta es ¿por qué?
—Hagan lo que quieran, no diré nada más.

El verdadero Tau intervino con una respuesta.

—Creo que tengo una explicación para esto: implante sensorial.
— ¿Qué?
—Sabemos que hay Transformers más débiles mentalmente que otros, y ahí es donde los traficantes de implantes sensoriales tienen su mejor negocio; de ahí a que un robot use más cantidad de códigos de lo que es sensato, hay solo un paso, y sabemos que cuando eso sucede, los afectados comienzan a sufrir alucinaciones de todo tipo, lo que los vuelve peligrosos.

Se hizo un tenso silencio, que fue interrumpido por Ultramagnus; el autobot hablaba con voz endurecida por las experiencias recientes.

—Rodimus, no alcanzo a comprender lo que está sucediendo, pero Heartfire tiene razón al decir que Runflight, el mercenario que creímos muerto, nos atacó en el espacio.
—Lo que me trae a la mente una pregunta —replicó Rodimus en voz baja— ¿Cuáles eran tus intenciones al venir a buscarme, al utilizar a Ultramagnus?

Soulbreaker no lograba comprender cuál podía ser siquiera el motivo por el que estaba siendo acusado, pero la intervención de ese temerario mercenario sólo empeoraba las cosas.

—La encontré en Ciudad autobot, es obvio que se trata de un objeto valioso, por eso tenía que traerlo contigo.
—Tú no estabas en ciudad autobot, y no hay ninguna información acerca de ti previo a todo este conflicto que te trajo ante nosotros.

El autobot empezó a entrar en pánico; recién lo comprendía, lo que el verdadero Tau estaba tratando de hacer era desacreditarlo, y él había sido tan ingenuo como para ir directo al mando autobot sin tener pruebas de quién era más que su presencia y la copia de la matrix.

—Mi verdadero nombre es Soulbreaker . Rodimus, no sé por qué este autobot me está acusando de tener malas intenciones, pero no es así; resulté herido durante la batalla de Ciudad autobot, y me recuperé de un modo muy extraño, pero al hacerlo descubrí también la caja con la matrix, y comencé a tratar de encontrarte. No he hecho nada malo.

Desvió la mirada hacia Ultramagnus, que lo miraba como si estuviera demente; estaba perdido, después del golpe de efecto de las palabras de Tau, su versión sólo parecía un ridículo invento.

— ¿Qué has hecho?

La voz del gran guerrero autobot destilaba una sorpresa y decepción que traspasó a Soulbreaker ; de alguna manera, lo que él mismo había interpretado como una misión improvisada de llevar con Rodimus prime un objeto en extremo valioso se había convertido en una pesadilla.

—Ultramagnus, lo que estoy diciendo es verdad; estaba en ciudad autobot, soy un técnico de conexiones y cableado, lo juro.

Sintió el sonido de un detector de ondas sensoriales, un sencillo aparato que a él mismo jamás se le habría pasado por la mente usar; dio vuelta y vio a uno de los guardias leyendo los resultados arrojados sobre su cuerpo y enseñándolos al líder autobot, que meneó la cabeza con preocupación.

—El escáner sensorial  muestra niveles altísimos —dijo el líder quitando fuerza a sus palabras—. Muchacho, has estado consumiendo implantes sensoriales.
—No, no es así, te digo que volví a recuperarme después que supuestamente perdí la vida en la batalla de Ciudad autobot, Slimdeam estaba ahí y…

Se quedó sin palabras al escuchar sus propias palabras; Slimdeam había muerto tratando de salvarlo, y aunque desde luego lo había visto con vida, no había tenido tiempo de registrar ese dato por causa de los barredores y la amenaza del que, casi seguro, era Runflight. Por eso su aspecto no era el mismo de antes, porque estaba muerto, y le resultaba imposible demostrar que el fallecido Soulbreaker y Heartfire eran el mismo autobot. El terror se apoderó de él.

—Rodimus, escúchame, no estoy mintiendo.

Tau le dedicó una mirada despectiva, pero el líder autobot no tuvo palabras tan duras.

—Si este autobot está bajo los efectos, o las consecuencias de un implante sensorial, no creo que tenga malas intenciones como dijiste Tau.
—Lo siento si fui demasiado duro, pero las cosas no han sido sencillas.
—Para nadie lo son —reflexionó el líder con voz pausada—, y es por eso mismo que debemos actuar con cautela.

Tenía que salir de ahí, o todo terminaría mal; pero, como si hubiera estado leyendo su mente,  el mismo guardia que pasó el escáner por su cuerpo lo sujetó por los hombros.

— ¡Espera! Rodimus, no tengo malas intenciones, sólo hice lo que era correcto.

La mirada de Rodimus hacia él era en extremo compasiva, y dadas las circunstancias, resultaba aterradora por lo que podía significar.

—Muchacho, necesitas ayuda.
— ¿Qué es lo que pretenden hacer?
—Necesitas recibir ayuda profesional, debes desintoxicarte y recuperar tu conciencia, o podrías terminar haciéndote daño, o a alguien más.
— ¿Van a encerrarme, por querer ayudar? Rodimus, no pueden hacerme esto, no le he hecho daño a nadie y sólo hice lo que tenía que hacer, no estoy loco ni soy un adicto, tienes que creerme.

La voz de Ultramagnus intervino en la agitada conversación.

—Lo siento tanto, creí estar haciendo lo correcto y sólo he puesto en riesgo la seguridad del alto mando.

Rodimus dejó por un momento al alterado Heartfire y volteó hacia Ultramagnus; su voz perdió la intensidad fría de antes y se volvió amigable y sincera.

—Hiciste lo correcto viejo amigo, y estoy seguro que nunca tuviste malas intenciones; soy yo el que debe disculparse contigo. Cuando quisiste insistir en tomar las armas y luchar en contra de los decepticons, no estabas haciendo más que lo que cada uno de nosotros quería, y dadas las circunstancias actuales incluso puede que hubiese sido lo mejor. Lo que interpreté antojadizamente como un ataque contra mi reciente autoridad era una acción honesta y sincera, y te debo una disculpa por eso.
—No tienes que pedirme disculpas, yo desafié tu autoridad.
—No, no lo hiciste, ahora lo comprendo. Tu interés por mí y los autobots y llegar a poner en riesgo tu vida al traer este misterioso objeto a mis manos confirma lo que digo, y quiero enmendar en algo mi error y devolver tu rango. En cuanto a ti —dijo hacia el impostor del guardián—, serás juzgado por suplantación de identidad y se decidirá tu situación. Llévenselo.

Los guardianes se llevaron al cautivo sin que este se opusiera, pero Soulbreaker seguía sujeto por otro, imposibilitado de hacer algo.

—Heartfire, te pido que me escuches.
—No, es una trampa, ese autobot está tramando algo ¡Está aliado con Runflight!
—La participación de ese mercenario en la supervivencia de Tau será revisada al igual que su situación, pero es la tuya la que me preocupa; como dije, necesitas ayuda de manera urgente. Serás enviado a Helios-4 donde recibirás el tratamiento adecuado.

Helios-4 era uno de los centros de tratamiento mental que aún subsistían en el espacio; según lo que sabía, quien entraba en ese sitio tenía pocas oportunidades de salir.

—Eso no es justo, no he hecho nada malo.
—Sé que no, y por eso es que no serás juzgado en ninguna manera, pero tengo la obligación de velar por la estabilidad de todos los autobots. Los oficiales de Helios-4 te ayudarán en todo lo que necesites.

Soulbreaker miró desesperadamente a Ultramagnus, pero este se había sentado a un costado, derrotado en su ánimo por los hechos ocurridos, sintiéndose traicionado y utilizado como un novato; Tau, en tanto, había tomado distancia y observaba la escena en silencio parado a pocos metros de los guardias de la puerta. No tenía salida.

—Él está mintiendo, no soy un adicto, no puedes creerle a alguien que sólo aparece en este instante.
—Tampoco tú tienes antecedentes previos —replicó Rodimus compasivo—, y por eso es que ninguno de los dos será juzgado y los casos de ambos, revisados. Tú exhibes niveles sensoriales alterados y él no, sin embargo de lo cual ambos serán sometidos a exámenes para descartar fluctuaciones que a primera vista pasen desapercibidos, pero es necesario que entiendas que necesitas ayuda y que no vamos a hacerte daño, Heartfire.
—Lo estás haciendo ahora ¿No ves que pude haber abandonado la matrix o quedarme con ella en vez de traerla aquí? Fui honesto con ustedes, me arriesgué a transportar la copia y ahora están acusándome y quieren encerrarme.
—Nadie va a encerrarte.
—Entonces déjame ir —exclamó desafiante—. Si de verdad no quieren lastimarme ni encerrarme, entonces déjenme ir; prometo que jamás me volverán a ver.

El líder autobot hizo una pausa de algunos segundos que se hizo eterna. Al final habló con un tono amistoso y suave, digno de un auténtico líder.

—Dejarte ir sería lastimarte, Heartfire. Entiendo que no lo comprendas ahora, pero eso sucederá pronto, te prometo que no olvidaré tu caso, y te visitaré de manera frecuente para ver tus avances. Hablaremos.

El guardia que lo tenía sujeto se dispuso a llevarlo fuera de la sala; todo había sido en vano, sus ideas previas y lo que podía esperar de sus acciones se disolvía entre las manos como energon fuera de un recipiente. La desesperación se apoderó de él en un nivel más alto que antes, pero nadie parecía escuchar sus gritos y la mirada derrotada de Magnus no servía para nada.

— ¡No me encierren! ¡Rodimus por favor! ¡No hagan esto por favor, es una trampa, no me lleven! ¡Noo!

3

—Los análisis sensoriales completos indican que sus niveles de alteración de personalidad son 10 sobre 15, uno de los niveles más altos que hemos visto en mucho tiempo; el afectado duda de su personalidad y asegura ser un individuo que ha asumido esta identidad tras la muerte de otro, lo que indica que puede ser amigo o cercano del segundo sujeto, sin embargo su historial es inexistente, por lo que suponemos que el nombre clave que ha entregado no es el real. De momento estamos analizando los bancos de datos para dar con su verdadero nombre, por lo que el apelativo Heartfire será correcto hasta nuevo aviso. No parece ser peligroso, aunque su capacidad de abstraerse de la realidad y mezclar eventos comprobables con situaciones ajenas es alto, por lo que resulta convincente al trato aún sin demostrar notarlo; se recomienda aislamiento inicial y un tratamiento con cargas de baja frecuencia. El detalle está en el informe.

Redrain siempre recibía personalmente a cada uno de los nuevos integrantes del centro de tratamiento de afecciones sensoriales en Helios-4, o como él le llamaba: “La gran nube”.
Sentía muchas cosas acerca de los internados, menos desprecio. En su  opinión, incluso los que recaían una y otra vez en algo que sabían que les hacía mal, terminaban en eso por alguna carencia, ya fuera amistad, créditos, dolores, batallas perdidas o fragilidad mental, pero no conseguía pensar en ellos como Transformers malvados que pretendían dañar a la sociedad; su misión podía ser difícil, lenta, invisible e incomprendida por muchos, pero él sabía que estaba haciendo  algo bueno, y si en su trabajo conseguía que al menos uno lograra mejorías, la recompensa estaba en sus manos. Recibió la tarjeta con la información del recién llegado y contempló en silencio la camilla que lo transportaba. Le pareció extraño que en su mirada y actitud no había signos de demencia o extravío, tal como indicaba el informe, sino sólo un sentimiento: Miedo.

—Hola Heartfire, soy Redrain, voy a ocuparme de ti y tu tratamiento ahora que estás en Helios-4.

El autobot no respondió, presa del temor que lo dominaba en esos momentos; tampoco lo miró a los ojos, ya que su mirada vagaba de un punto a otro, como si temiera que desde cualquier punto pudiera aparecer un enemigo invisible y mortal.

—Sé que estás asustado y que todo esto es nuevo para ti, pero te vamos a ayudar a estar bien. Esto no es una cárcel, es un centro de tratamiento, y te garantizo libertad y tranquilidad en la medida que colabores con nuestro proceso; te darás cuenta que en el interior de este lugar hay muchas actividades, y autobots dedicados a ayudar a cada uno en lo que necesiten.

Hizo una nueva pausa, en la que el único cambio fue que lo miró fijo, desprovisto de emoción.

—Te equivocas.
— ¿En qué?
—Esto sí es una cárcel —dijo con voz sombría— Y ustedes son los responsables de mi encierro.



Próximo capítulo: Un ladrón con suerte

lunes, 10 de agosto de 2015

Diorama: El bar de Swerve

No todo es guerra en Cybertron. Siempre me ha gustado inventar, o diseñar cosas que vayan más allá de lo que se ve en los cómics o series; me interesa entrar un poco en la vida de los robots y lo que hacen cuando no es tiempo de guerra.

En esta ocasión (o en realidad hace varias semanas) utilicé el diorama de las fembots para representar el bar del genial Swerve, lugar al que llegan las fembots a pasar un rato agradable, divertirse y compartir. Invitados especiales y una parte dedicada a homenajear a una película fabulosa, emotiva y con muchos alcances.











domingo, 9 de agosto de 2015

Transformers: Disparos porque sí, y también porque no

No soy mucho de hacer críticas por falta de tiempo, pero en este momento me tomo unos instantes para hablar de cosas que han sucedido y me llaman bastante la atención.
En tiempos actuales he visto que un número de fans se han vuelto adoradores de Takara y —si es posible— más aún de las terceras compañías, que dicho sea de paso surgen de debajo de cualquier cristal de energon. No me parece mal que la gente prefiera una cosa u otra, pero me parece que cuando el fanatismo se vuelve locura, te pasas de la raya.

¿De qué está hablando este tipo?

Primero, pienso que Takara está sobrevalorado. Nadie va a desmentir que sus acabados son en general mejores que los Hasbro, y que tienen ediciones exclusivas, pero de ahí a considerar que es la última maravilla de la historia, hay mucho trecho, sobre todo en os últimos años. Pongo como ejemplo a los gestalt de Combiner wars, en donde el gigante japonés saca un avión más y cambia la paleta de colores para hacerla más plana en vez de enriquecerla, y te cobra el doble por las figuras. Sí, han sacado exclusivos, pero para eso te compras el robot por sí solo, a menos que seas un loco de las cajas, y estas salen bastante caras. Hay más por supuesto, como el excelente Megatron leader, al que claro, había que cambiarle algo y sacarle el color rojo en articulaciones y hacerlo más plano, pero recuerden que es el mismo molde ¡Ni siquiera le cambian el arma! Lo divertido es que muchos fans hablan pésimo de la versión Hasbro y luego los ves comprando la Takara, adulando las características que antes decían que eran malas; hombre, toma un sólo lado del camino, que no por una mano de pintura las articulaciones se vuelven mejores por arte de magia.
 ¿Quieren más? Claro que hay, la piedra rosetta de las fusiones y gema angular de la crítica del coleccionista que no tiene tanto tiempo ocupado como quisiéramos: Devastator. Hasta ahora ha salido la versión Hasbro, la SDCC y la Takara, siendo la primera de estas la del gigante occidental. Lo destruyeron, en grupos y foros dijeron que parecía ko, que estaba mal hecho, mal proporcionado, que pagar 180 dólares por él era lo mismo que pararse en un puente y arrojar el dinero al agua, y por arte de magia, cuando sale el Takara que cuesta harto más, está muy bien proporcionado y se ve de lujo, es firme y la transformación es buena; y no olvide señor que viene con armitas nuevas, eso cambia todo todo. Despierta amigo, es el mismo molde, tu mona sigue siendo mona.
La siguiente parte de esto va de la mano de las terceras compañías, y no me voy a centrar en lo que alguien dijo por ahí en un excelente post: se han vuelto caníbales, comerciantes y mediocres, lo mismo que criticaban.
El principal error de las 3P es vender cada cosa que hacen como si fuera la solución al hambre en el mundo; en un principio eran formadas por fans con recursos y claro, ellos hacían lo que las oficiales no, se atrevían con innovaciones y eso es, probablemente lo que las mantiene en pie, pero la nobleza obliga a decir que en la actualidad se han vuelto un negocio muy rentable que un grupo de fans financian sin miramientos ¿Quieres un Predaking? Hay dos en proceso. ¿Te falta un combiner? No te preocupes, tenemos en el horno cinco o seis más. ¿Un Devastator? ¿Lo va a querer en verde, amarillo, naranja, con o sin cromo? No voy a renegar de las 3p, si de ellas he sacado alguna que otra figura de excelente calidad, pero ahora hay quienes sueltan 200 dólares o más por figuras que se les sale la pintura, no son todo lo perfectas que anuncian o tienes que repararlas. A Hasbro no le perdonas que el símbolo venga un poco ladeado, pero si una 3p te manda una que se le sale un brazo o una pierna y tienes que pedir un repuesto, ahí si está bien.

Todo esto viene a la doble moral con la que veo que ciertas personas se refieren a las mismas cosas. Vamos, que si no te gusta el chocolate da lo mismo la marca o la calidad, es chocolate igual, pero en este mundo se ve como que el que, se supone, es el principal objetivo, queda de lado por uno más importante, que es seguir un oráculo que no es realmente lo que parece. Así, es fácil para las empresas hacer cualquier cosa, porque al final el público se traiciona a sí mismo, y eso hace perder credibilidad. Lo bueno es bueno, lo defectuoso es defectuoso y fin de la historia, pero si te encuentras al mismo usuario diciendo no quiere una figura Hasbro de 40 dólares porque "tiene una parte muy delicada" pero se compra una 3p a la que se le quiebra una sección al más mínimo esfuerzo y le parece una "anécdota" o "cosas que pasan" es difícil saber qué es lo que piensa en realidad. ¿será que hay personas que quieren validarse a través de las figuras que adquieren, o pretenden entrar en un "nivel" a través de ellas?
Soy del tipo de fan que quiere conseguir, dentro de sus recursos, figuras que me gusten y funcionen para mí, no casarme con una marca sólo porque "se supone" que lo hace bien; en mi colección conviven perfecto figuras Hasbro, Takara, 3p, ko, gunpla, mechas y zords, y valoro cada una de ellas por la historia que tienen y la satisfacción que me da tenerlas y poder interactuar respecto a ellas. Por lo que me permiten crear y ver en el mundo al que corresponden y las historias que llevan consigo. No creo que sea bueno ponerse elitista, porque al fin de la historia, todo esto viene de una pasión de niño, que es pura y directa: tener esos juguetes que quieres.

lunes, 3 de agosto de 2015

La otra matrix Capítulo 5: En manos equivocadas

Capítulo 5: En manos equivocadas

Tan pronto como sintió la hoja afilada amenazando con cortar la placa exterior de su brazo y llegar hasta la Matrix oculta en la caja, Soulbreaker intentó moverse o defender su posición en medio de la espesa bruma que de la nada había surgido, pero la luz se lo impidió. Fue una situación muy extraña, en donde la luz parecía tener cuerpo físico igual como si estuviera en un sitio inundándose de algún tipo de sustancia acusa muy pesada; de inmediato sus sensores oculares y auditivos quedaron bloqueados y se vio incapaz de moverse, atenazado por esa sustancia que no podía tocar pero que al mismo tiempo lo inmovilizaba por completo. Ante una amenaza como ésta, lo lógico es que su sistema hubiese activado de inmediato los protocolos de defensa, pero esto no sucedió.
Dentro de su mente, Soulbreaker sentía que estaba ahogándose en un mar de energon puro con la desesperación bullendo por todas partes.

“Ultramagnus —pensó desesperado— ¿Dónde estás, qué sucedió contigo?”

Después de varios minutos de un silencio y quietud insoportables, la luz se disipó como si hubiese sido una explosión silenciosa y sin ruido, tras lo cual Soulbreaker se dio cuenta que había estado flotando en el exterior de la cámara sellada, y cayó como peso muerto al suelo.

—Levántate, estamos bajo ataque.

La voz de Ultramagnus, dura como el acero, lo obligó a ponerse de pie de inmediato; sólo en ese momento recordó que no traía armamento consigo, ya que las pistolas combinables habían sido destruidas en su muerte. Corrió a toda prisa tras Ultramagnus que ya estaba llegando a la superficie del asteroide mecánico con las pistolas preparadas para disparar, y recordó que lo único que tenía él era el disco magnético.
Una nave negra con unas vistosas líneas doradas estaba circundando el asteroide mecánico, y desde los disparadores ubicados en los extremos de las alas arrojaba pulsos eléctricos esféricos a gran velocidad. Soulbreaker reguló la intensidad de las dos mitades del disco magnético para generar pulsos de igual frecuencia y comenzó a disparar en contra del misterioso atacante; Ultra magnus por su parte anulaba cada pulso esférico con una precisión envidiable.

— ¿Quién es ese decepticon?
—No es un decepticon, es Runflight, no te distraigas, es extremadamente poderoso.

Continuaron repeliendo el ataque mientras a su alrededor comenzaban a arder distintos focos de fuego, los que en su mayoría eran ocasionados por las esferas que Soulbraker no había podido evitar o detener antes de llegar a la superficie; el vuelo de su enemigo se desplazaba en distintos puntos de una manera inexacta, por lo que resultaba difícil saber cuál sería el siguiente punto de ataque, además que él contaba con la superioridad que le otorgaba el vuelo en esos momentos. De manera repentina y sin haber perdido la ventaja que tenía sobre ellos, el enemigo lanzó unos cuantos pulsos eléctricos más y se alejó a toda velocidad del asteroide.

— ¿Te encuentras bien? —le preguntó Ultramagnus acercándose.

El asteroide donde se encontraban estaba en ruinas, había fuego en distintas partes y varias Torres de comunicaciones se habían desmoronado ante el ataque; Soulbreaker se sorprendió al revisar su brazo derecho y ver quién no tenía cortes como había sentido al momento en que la bruma envolvió a ambos.

—Si, estoy bien, pero es extraño, cuando nos envolvió esa niebla sentí que alguien estaba tratando de cortarme el brazo.
—Yo también lo sentí —dijo Ultramagnus— pero eso no era una simple neblina. Era espuma corrosiva.

En ese momento Soulbreaker vio que Ultramagnus tenía una serie de heridas en distintas partes del cuerpo donde la cubierta exterior de metal había sido carcomida; él mismo tenía algunas de estas heridas, aunque eran sólo algunas y parecían de menor intensidad.

—Runflight es un mercenario muy poderoso, lo conocí tiempo atrás en una misión de rescate y lo dimos por muerto en Asblenios 6 hace más de cinco décadas cuando cayó a un pozo de lava, pero al parecer nos equivocamos y él sigue haciendo de las suyas por el universo.

Soulbreaker sabía de mercenarios autobots y decepticons desde siempre, incluso sabía que a pesar de ser un mal para la sociedad, en muchos casos eran un mal aceptado ya que ellos realizaban misiones que otros no podían o no querían realizar; eran algo así como la versión no oficial y aún más salvaje de los Wreckers y La patrulla X.

—No lo entiendo, no tiene sentido que un mercenario esté atacándonos en este asteroide. ¿Cómo podría? Oh por Primus…
—Debe haber estado siguiéndonos, andaba cerca y nos vio descender en el asteroide.

En este instante lo entendió, la relación entre los hechos ocurridos inmediatamente después de despertar, y lo sucedido después. No tenía como probarlo y tampoco podía decírselo a Ultramagnus sin decir quién era y generar con ello una serie de nuevos conflictos, pero tenía la seguridad que ese mercenario que los había atacado unos minutos antes era el mismo que había asesinado a Slimdeam en las ruinas de ciudad autobot y que estaba al mando de los barredores.

—Él lo sabe.
— ¿De qué hablas?
—Él sabe que tengo la copia —dijo Soulbreaker sin poder ocultar el nerviosismo—, por eso nos atacó.
—Pero dijiste que nadie había visto la copia antes, además estaba en superioridad con respecto a nosotros, si quería la copia era el mejor momento para obtenerla en vez de irse.
—Pero nos arrojó esa espuma corrosiva, tiene que haberlo hecho por algo.
— ¿Comprobaste que la caja estuviera cerrada?
—Sí, sí lo está.

Ambos guardaron silencio, sabiendo que la luz que se había aparecido en el lugar luego de la niebla no tenía una explicación lógica.

—Estamos perdiendo tiempo y seguimos expuestos en el espacio. Tenemos que ir con Rodimus, así que vamos a subir a esta nave y dejaremos lo más rápido que sea posible este basurero.


2


Laboratorios subterráneos en Tarn
Spektre era un decepticon muy antiguo, pese a lo cual nunca había tenido una participación destacada en los ejércitos al servicio de Megatron; cuando Shockwave dominó Tarn y le asignó los laboratorios subterráneos, Spektre se sintió muy complacido, la tarea no era desafiante aunque sí rutinaria y muy específica, por lo que estaba obligado a estar permanentemente pendiente de los radares de superficie y las fluctuaciones de energía en los distintos túneles la ciudad. Él y su equipo estaban obligados a super vigilar y permitir que todo funcionara de manera correcta a las órdenes y al Servicio del gran Lord Megatron.
Algún tiempo después el líder de la sección subterránea descubrió que había mucho de lo cual sacar provecho en ese trabajo sin descuidar su misión como sirviente de los decepticons; estar en un lugar como ese, trabajando de manera constante lo volvía invisible para la mayoría de sus congéneres, y si se trataba de despistar el ojo vigilante de Shockwave, bastaba con ser riguroso hasta el extremo, en el envío de informes de resultado y también en los preventivos, de esta manera el matemático estaría concentrado y satisfecho con lo que recibía y él tendría tiempo disponible para sus propios planes. Algunos se dedicaban a la guerra, otros a los números, gobernar, construir o esclavizar, mientras que en sus tiempos libres él se dedicaba a escanear. Al final construyó un Scanner tan poderoso y detallado que era capaz de identificar casi cualquier fuente y frecuencia de energía en miles de kilómetros a la redonda, utilizando para ello millones de drones microscópicos que actuaban como sensores espejo; entre las muchas frecuencias que había podido identificar se encontraba por supuesto la Matrix de liderazgo, aquel poderoso objeto en poder del líder de los Autobots y que era un objeto ambicionado por Megatron y temido por el gigante come planetas Unicron, pero inalcanzable para cualquier otro Transformer que no fuera el líder de los Autobots.
Lo que nunca se imaginó fue detectar ese tipo de frecuencia energética tan única en dos sitios diferentes.

—Cariño, veo que volviste.

Arciagan llegaba justo en ese momento; la hermosa y misteriosa ladycon se sentó junto a él ante los tableros en donde se encontraba realizando su trabajo.

—Todo sigue igual en el exterior —dijo ella con un tono de voz sedoso y susurrante— ¿Qué hay de ti, hay alguna noticia de Runflight o de la señal?
—Parece que las cosas no están resultando tan sencillas como él mismo había dicho en un principio —repuso Spektre lentamente—, al parecer la señal se encuentra bastante bien cuidada, ya que no he vuelto registrarla. De todos modos Runflight insiste en que su trabajo está a punto de concluir.
— ¿Y tú le crees?
—Runflight funciona en base a créditos y los que le ofrecí son una enorme cantidad, así que puedo contar con que haga el trabajo que me prometió.
—Pero ese Mercenario también es codicioso —dijo ella—, ¿ qué tal si quiere quedarse con el objeto para sí mismo
—Puede —respondió Spektre sin alterarse—, pero no me importa que lo haga porque el poder de ese objeto será demasiado para alguien como él. Y no olvides que si logra apropiarse de ese objeto quiere decir que ya no estará en manos de los Autobots y por lo tanto un paso más cerca de nosotros.

3

Runflight volaba a toda velocidad en modo jet hacia el asteroide mecánico donde se ubicaba una de sus bases de operación; en realidad en ese lugar sólo había lo necesario para recargar energía y armas y el depósito completamente equipado en donde permanecía el robot agonizante conectado a una serie de aparatos. Después de ingresar los códigos necesarios en los paneles de seguridad, Runflight entró nuevamente en la habitación donde la compleja maquinaria que tiempo atrás había sido utilizado para torturas evitaba la casi inevitable muerte de un transformer; el recinto estaba aislado del exterior y poseía un regulador de temperatura además de un purificador de partículas, lo que permitía que el sistema nervioso y mecánico que quedaba del transformer y su expuesta chispa no fueran afectados por agentes exteriores. La gran camilla conectada a numeroso cableado, todo ello concentrando los esfuerzos de todas las máquinas en preservar la chispa.
Runflight se acercó lo suficiente para que el otro pudiera verlo directo a los ojos.

—Es un gusto volverte a ver viejo amigo —dijo con una voz desprovista de emoción como era casi habitual en sus visitas a este sitio—. Seguramente debes estar preguntándote por qué es que vuelvo a visitarte tan pronto siendo que antes me he tardado mucho más. Has sufrido tanto, y lo cierto es que eso ya no va a seguir sucediendo. No puedo seguir manteniéndote en este estado en el que tanto sufres, ni vivo ni muerto pero dándote cuenta del estado en el que te encuentras.Eesto termina ahora.

La mirada en los ojos del transformer vibró con nerviosismo por las palabras de Runflight. Este se sentía orgulloso de haber comprobado una vez más su excelente olfato para los trabajos que realizaba, y también la eficiencia de los inventos que había estado adaptando en el último tiempo; la espuma corrosiva que había arrojado sobre Ultramagnus y Heartfire contenía una molécula especial modificada por sus manos, que era capaz de atravesar virtualmente cualquier tipo de metal no vivo, por lo que no afectaba a los Transformers. Una vez que la espuma cubrió a sus víctimas, la molécula se dirigió al primer objeto metálico que encontró y que Runflight suponía era donde estaba guardado el objeto que Heartfire y Ultramagnus estaban transportando tan secretamente; sabía que Spektre de alguna manera estaba vigilándolo y agradeció que la espuma corrosiva bloqueara de manera momentánea cualquier tipo de señal o frecuencia, ya que eso y le dio tiempo para absorber una parte muy pequeña de la energía desplegada sin ser descubierto en el acto. De todos modos y aunque se hubiese apropiado de una minúscula fracción de la energía del objeto, sabía que no podía disponer de mucho tiempo y que tenía la obligación de continuar con el trabajo por el que le estaban pagando.
Utilizando el dispositivo con el que había absorbido una parte de la energía desplegada como una jeringa, introdujo el contenido en la chispa del robot que permanecía moribundo.

4

Asteroide de vigilancia fuera de la órbita de Cybertron
El viaje había sido corto y silencioso para ambos después del ataque que habían sufrido, pero tal como había indicado Ultramagnus aún tenían que traspasar La muralla autobot. El asteroide al que se dirigían no era de gran tamaño pero estaba dotado de muy buena tecnología y cuatro anillos de asteroides de carga magnética que impedían las comunicaciones a distancia y bloqueaban casi cualquier tipo de arma energética; Ultramagnus tuvo que detener la nave en el espacio. Un autobot grande armado con una cadena y una porra flotó hacia ellos y los enfrentó con cara de pocos amigos.

—Justo lo que necesitaba para hacer más entretenido mi día, Ultramagnus qué sorpresa verte por aquí.
—Sentinel Kharx —respondió éste a modo de saludo—, estoy aquí porque necesito hablar con Rodimus de manera urgente, se trata de una amenaza de nivel Gamma.

El otro no pareció sorprenderse ante esas palabras.

—El chico desobediente quiere hablar con el líder; déjame decirte que es improbable que el líder quiera hablar contigo después de lo que hiciste.
— Esto no se trata de mí.
—Imagino que no, entonces dime de qué se trata. ¿Quién es él y por qué está aquí?
—Este autobot tiene información importante que sólo puede ser escuchada por el líder, ya que se trata de algo confidencial.

El otro lo miró con desdén.

—Lo siento Ultramagnus pero eso no es suficiente.

 Soulbreaker no se atrevía a decir una sola palabra, temeroso de causar un problema mayor al que ya estaban viviendo.

—Lo siento pero no puedo seguir perdiendo tiempo en este lugar —sentenció el gran guerrero—, invoco al Espíritu de Primus.

El otro quedó en silencio durante unos momentos, a todas luces impresionado por la declaración de Ultramagnus; el propio Soulbreaker no podía creerlo.

— ¿Tienes alguna idea de lo que estás diciendo?
—Claro que la tengo, conozco los estatutos y las leyes de Cybertron.

El espíritu de Primus era un antiguo juramento autobot, mediante el cual, quien lo invocara adquiría derecho a audiencia con el líder máximo sin importar las condiciones, ya que lo que lo apremiaba era un hecho o noticia de tal importancia que hasta el mismo Primus atendería sus razones; el lado malo del juramento es que generaba un código único en la memoria del robot que lo realizaba, por lo que si se hacía en vano, la ley indicaba que el culpable debía ser juzgado por alta traición. Después de un nuevo y tenso silencio el centinela le indicó a otro que estaba cerca que acompañar a los dos hacia el transporte que los acercaría  a la posición de Rodimus.

5

Runflight permaneció inmóvil a una prudente distancia mientras se producía el impresionante efecto. Frente a sus ojos el cuerpo del moribundo robot, comenzando por el núcleo y siguiendo por las conexiones nerviosas y terminales eléctricos, inició un proceso regenerativo que avanzaba a una velocidad sorprendente; poco a poco las articulaciones recobraron su estado original, los sensores y cableado interno se restituyeron y por una milésima de segundo, Runflight pudo ver los finos conductos de energía por donde el energon volvería a correr. Todo el sistema de cableado y sensores conectado a las máquinas que él mismo había conectado salieron despedidos cuando el cuerpo continuó con su reparación, y tan sólo unos minutos más tarde, el cuerpo había recuperado la estética original, la salud y la vida que tiempo atrás perdiera producto de desafortunados hechos.

—Maravilloso.

El mercenario no pudo menos que reconocer el inmenso poder de la fracción de energía de la matrix, y cómo esta logró restaurar el cuerpo y la esencia de un robot que debería haber muerto mucho antes, de no ser por su intervención; se trataba de un tanque cibertroniano del tipo guerrero, que casi doblaba su estatura en modo robot, y que ahora de pie, exhibía nuevamente las múltiples ruedas en las extremidades, los cañones direccionales en la espalda y los lanzamisiles en las piernas, además de muchos otros detalles que hacían de él una máquina de guerra.
El símbolo autobot también había sido restaurado.

—No puedo creerlo —dijo con voz quebrada por la sorpresa y emoción—. Esto es algo que no creí que pudiera suceder…
—Prometí que intentaría salvarte, viejo amigo —replicó Runflight en voz baja—, y estoy contento de haberlo logrado.

El gran robot movió los brazos y articuló las extremidades, aún sin poder creer lo que estaba pasando.

—Es increíble estar completo de nuevo Runflight. Estoy vivo, como si nada hubiera sucedido.
—Pero sí han sucedido muchas cosas amigo. El líder de los autobots ha resultado muerto, un nuevo líder y nuevas reglas se han establecido, y alguien amenaza con destruir tu recuerdo, suplantándote.

El otro lo miró, asombrado.

— ¿Por qué alguien querría suplantarme?
—Porque por tus logros en galaxias lejanas, serías ascendido al rango de defensor que mereces; sin embargo, mientras hablamos, el impostor está a un paso de recibir ese cargo y con ello, el poder que conlleva.
—No puedo creerlo.
—Las intenciones de ese ser, y de otros, pueden ser extrañas, y por eso mismo y la amenaza a la raza, es que tienes que hacer algo.
—Ven conmigo.
—Sabes que no puedo, por mis crímenes sería encarcelado, si es que no algo peor.

El gran robot apretó los puños, tomando la decisión.

—Mi restauración debió haber sido prodigada por los autobots, pero me abandonaron, y ahora tú me dices que alguien usurpa mi puesto y quiere obtener poder a costa de ello. ¿para eso resistí tanto sufrimiento por años?

Runflight ingresó en el tablero de la pared los datos correspondientes para apagar todos los sistemas y borrar los archivos, excepto una copia de seguridad; ninguno de los dos volvería a ese sitio.

—Lamento traer malas noticias.
—Nada de lo que venga de ti es malo, amigo mío; siempre estaré en deuda contigo y, cuando aclare todas estas cuestiones en Cybertyron y el mando autobot, exigiré que se te exculpe de los crímenes que cometiste en el pasado; tienes derecho a rehacer tu vida.
—Dudo que eso suceda, pero te agradezco la preocupación. Ahora lo que es importante es que salgas de este lugar, y llegues a tu destino lo más pronto posible. Enfrenta a los traidores, desenmascara al usurpador y recupera tu puesto, tu vida y tu poder.
—Gracias por cuidarme, Runflight.
—Gracias a ti por tener fe en mí, Tau.



Próximo capítulo: Nunca digas la verdad