lunes, 23 de mayo de 2016

Custom: Tacones turbo para Windblade

Tacones turbo.
Desde el principio se supo que Windblade tenía un problema de estabilidad, que a diferencia de lo que muchos creen, no está determinado por usar tacones, sino porque estos sean articulados, o esa es mi opinión al respecto; en determinado momento hice unas plataformas, pero jamás me terminaron de  convencer, así que hice un cambio de tacones, y estoy bastante contento con el resultado.
Lo usado: Articulaciones de revoltech, tubos de pvc, pintura y barniz, con lo que le doy un poco de altura (aunque es como un milímetro) y convierto esa parte que se plegaba antes, en turbinas auxiliares. ¿Cómo se ve en modo robot? Fantástico, incluso puede hacer poses complejas sin apoyo, y no necesito hacer que hiper extienda las rodillas como en el caso de antes; sobre cómo se ve en vehículo, pues igual pero con dos turbinas auxiliares, en mi caso me gusta, y me da la sensación de que e va a impulsar a dar unos toques plateados a todas las turbinas, como para dar realce al hecho de que tenga nuevo impulso. Pero eso va en la actualización de este post.









sábado, 21 de mayo de 2016

Custom: Armas

Sí, a mí también me sorprende este post. Desde siempre he valorado poco las armas para las figuras; es decir, hay fotos con ellas y me gusta que haya variedad y todo, pero si soy honesto, jamás me han parecido imprescindibles en el uso habitual de la figura. Y sin embargo, desde que empecé a hacer customs, tuve también la intención de hacer armas propias, supongo que llevado por la idea de crear cosas que son difíciles de ver. Pero el camino ha tenido diversificaciones, como las que reúno en este post.

Partiendo por las pintadas o levemente modificadas: Aquí espadas de otras figuras, ko para ser más específico, con trabajo de pintura y una adaptación para las manos con diámetro de 5mm. La primera de la izquierda tiene un trabajo adicional con barniz con color, lo que hace que tenga un resultado más llamativo. La gris es la espada de Nova prime, repintada de la de Optimus de beast hunters.


Aquí están los blasters pntados. El arma mechtech la dejé fija en la posición que se ve, mientras que la otra, que es de un ko, sufrió ligeras modificaciones, más el consecuente trabajo de pintura y barnizado.


Las armas con agarradera nueva. La de arriba es de human alliance basic, con un poste de 5mm, mientras que la de abajo es el cañón de Slugslinger energon con agarradera nueva.


Las armas potentes. 
Arriba hay un fuete trabajo, con el arma de Starscream foc, agregada a una base de arma de power rangers, con ciertas modificaciones; el resultado es na vulcan de alta potencia. Abajo, el arma de Mixmaster rotf con modificaciones, base cambiada, agarradera nueva y pintura.


El escudo y el arco.
Siempre quise que mi Arcee prime tuviera un escudo, arma por lo demás recurrente en las heroínas, pero elk de BH me parecía qe tenía os mismos defectos que el energon de Ariel, es decir, ser demasiado grande. Usando tubos de pvc más articulaciones revoltech armé esta arma´que además puede articularse para quedar como arma frontal de la motocicleta. El escudo e tanto pertenece al gundam Age 1 con modificaciones y una base nueva para poder ser tomado por un transformer.


Las corto punzantes.
Tengo una fascinación por las lanzas y similares. Las de ambos extremos son de figuras ko, con mango alargado de pvc de 5mm, más trabajo de pintura; están pensadas para figuras que tengan la mano abierta, de ahí que haya dos pequeños tomes que permiten que la mano tome el arma, pero esta no se desplace. La que está al centro es el hacha de Soul prime de La otra matrix, con la base del hacha de Optimus deluxe dotm, flo de pvc,, mango de pvc, trabajo de pintura y un experimental color dorado para dar más realce.


Y aquí la foto de todas. De verdad no me había dado cuenta de cuántas eran hasta sacar la foto, y eso que faltan las que engo en proceso, algunas de las cuales pueden salir en algún

otros post.


domingo, 15 de mayo de 2016

Broken spark capítulo 13: Tecnología obsoleta




Megatron estaba probando sus nuevos aditamentos, momentáneamente olvidado de los detalles de la batalla que se estaba lidiando en ese planeta. Tenía cosas que le resultaban más gratificantes, por el momento. Descubrió que su nueva apariencia de tiranosaurio conservaba la fuerza y poder de origen, pero tenía muchas cosas nuevas: la coraza transmetálica resultaba ligera, y sus sistemas internos indicaban un incremento muy positivo en el balance, la aceleración y el rango de disparo, por lo que estaba en mejores condiciones que antes de tomar bajo su control el  disco dorado y sumergirse en esa enorme fuente de poder, de momento perdida. Además, tenía un tercer modo, en el que podía desplegar poderosos propulsores desde los costados, lo que significaba que su medio de transporte no sólo sería el terrestre; sin una base y con las fuerzas predacons disminuidas, resultaba obvio que ese aumento era necesario, ya  todas luces oportuno.

—Sé que estás cerca, tus patas de araña no son tan silenciosas como para burlar a mi nuevo sistema auditivo.

No se movió, mientras atrás, a cierta distancia, el movimiento continuaba a niveles casi imperceptibles para cualquier especie, la cual en determinado caso habría  caído en la trampa; Tarantula emergió de entre las rocas a poca distancia del lago, luciendo su nueva apariencia transmetálica: resultaba agradable esa mezcla perfecta de fuerza y velocidad, junto a la opción de cambiar a un tercer modo de desplazamiento, lo que abría muchas opciones de cacería. Además, ya había verificado que su resistencia al energon aumentaba en este nuevo estado, lo que en modo robot resultaría satisfactorio.

—Megatron, veo que también has evolucionado.

Ambos se enfrentaron. Megatron no consideraba que alguno de sus seguidores hubiese sobrevivido a lo último, mucho menos Tarantula, que estaba en el centro mismo de la explosión que arrasó con su base, pero tenerlo ahí sería una ayuda para sus propósitos, al menos de momento.

—Lo transmetálico es lo necesario para reformar este mundo —sentenció el líder predacon—, y tú y yo lo llevaremos a la máxima expresión. Ha llegado el momento de someter este mundo a mi poder.
—Como ordenes Megatron ¿Cuál es tu orden?

El líder lo meditó un instante.

— ¿Has tenido señales de los demás?
—Ninguna hasta el momento, señor. Después de la explosión y la subsecuente tormenta, creo que las fuerzas han quedado disminuidas en número. Pero esto que nos ha ocurrido a nosotros también podría haberle sucedido a los maximales.

Las estrategias estaban en juego incluso en esos momentos; Megatron supo que la confianza que podía depositar en Tarantula no sólo era relativa, sino que además peligrosa; pero lo necesitaba, a él y a cuántos pudiera utilizar hasta recuperar los discos dorados.

—El peligro que representan los maximales es relativo, de momento tengo otras prioridades. ¿Puedes escanear los rastros del disco dorado por la energía emanada en mí?

Tarántula pasó a modo robot, y utilizó el lector de su antebrazo para verificar las lecturas, aunque ya desde antes las conocía por las que él mismo detectaba; en el caso de Megatron, eran índices altísimos.

—Ya tengo aislada la lectura del espectro de energía —confirmó mirando al horizonte, donde el cielo nocturno ya se encontraba en calma—. De momento puedo rastrear en distancias pequeñas, pero si se trabaja en un radar, aunque sea rudimentario, podríamos dar con él en sólo algunos clics. Podríamos volver a la base a buscar implementos.
—La base debe estar destruida, sino por causa de la bomba, por efecto de la tormenta, recuerda que se produjo más cerca de nuestro asentamiento que del de ellos. Pero si es por conseguir insumos, la base maximal no sólo nos ayudará, sino que además podremos investigar algunos asuntos que tengo en mente.


2


Optimus enfrentó al visitante que los miraba en calma, sin alterarse, aunque manteniendo cierta distancia con ambos maximales.

— ¿Qué es lo que quieres ahora, Dinobot?

El otro ignoró el tono desafiante, y decidió ir directo a lo que le interesaba.

—He venido ante ti, con humildad.

Optimus no reaccionó de inmediato, porque se quedó de una pieza ante las palabras de Dinobot, pero sobre todo, su actitud. El saurio pasó a modo robot, y dejó sus armas en el suelo, abandonando cualquier acción ofensiva.

— ¿Qué es lo que pretendes?

Dinobot había seguido una ruta mental mucho más larga que la física, para llegar ahí; veía el cambio en el cuerpo del líder maximal, y podía intuirlo en Megatron, pero él mismo vivía una transformación mucho más importante en esos momentos.

—Excusarme de mis actos pasados no cambiará nada de lo que he hecho —dijo con firme determinación—. Decir que Megatron me infectó a mí con el virus para que yo actuara en su nombre sin saberlo, tampoco, pero en mi defensa puedo decir que pude deshacer parte del daño inflingido a tus huestes, no sin costo para ellas, por lo que veo.

Rhinox mantenía un absoluto silencio; estar ciego le había permitido, aun en corto tiempo, descubrir nuevas formas de absorber la información, que iban más allá de evaluar los resultados de análisis de los distintos sistemas enfocados a moverse de la mejor manera posible. Y la voz de un sujeto decía mucho más que sus palabras; se trataba de imperceptibles variaciones en la energía emitida, el tono y la pronunciación misma. De ello se podía deducir mucho.

—Dime adonde quieres llegar.
—Quise conseguir los máximos objetivos —afirmó el saurio, con voz al mismo tiempo nostálgica, pero triste—. Pensaba que consiguiendo los discos dorados conseguiría la gloria y el renombre de cybertron para mí, pero me equivoqué, y en medio de esa errónea ruta causé perjuicios que no puedo compensar. Creí que tanto Megatron como tú eran representantes modernos de historias pasadas de guerra absurda y sin sentido, pero al verte enfrentar al gigante de energía, entendí que él es la representación del caos y la destrucción, no como tú. Tú tienes dentro de ti un ideal más grande que tu propia spark, y esa esencia no ha sido corrompida ni siquiera por tu cambio físico; estoy aquí porque sé que Megatron debe ser detenido, y quiero ofrecer mi ayuda en tu cruzada por detenerlo.

Optimus guardó silencio mientras escuchaba el sincero discurso de Dinobot. Desde su propia experiencia sabía lo que aquel veneno era capaz de hacer, y lo difícil que resultaba, en primer lugar resistirse a sus efectos, y en segundo, separar dentro de la mente la verdad de las instrucciones que el mecanismo de aquel producto generaba. Rhinox se acercó de modo imperceptible y puso a tientas, pero con increíble precisión, una mano en el hombro del líder; le estaba expresando su consentimiento con el sentir expresado por el saurio ¿Acaso su nivel de percepción habría aumentado al perder la capacidad de visión?  Pero por alguna razón, quizás incluso por el riesgo extremo al que estaban sometidos, Optimus también pensaba que Dinobot estaba diciendo la verdad.

—Sabes que es muy difícil creer en tu palabra, después de todo.
—Estoy conciente de ello y no pretendo que creas en mí; sin embargo, en el escenario en que te encuentras, necesitas toda la ayuda posible, y nadie conoce a Megatron como yo. Te ayudaré a encontrarlo, y detenerlo.

Rhinox intervino con calma en la voz; sabía muy bien qué preguntar.

—Viniste aquí con un plan, supongo.
—Más que un plan, sé lo que Megatron va a hacer: ahora que sus fuerzas están mermadas y no tiene el disco dorado en su poder, necesita reponer su armamento.
—Irá de regreso a su nave.
—No —corrigió Dinobot—. Su nave ya fue muy dañada con la explosión, y además de eso, la tormenta que él mismo generó causó daños mayores. Irá al único otro sitio en donde sabe que puede encontrar suministros y armas: tu nave.

Optimus hizo una pausa, desviando la mirada hacia el cielo; las cosas estaban mal, pero ahora de un modo distinto al que esperaba minutos antes.

— ¿Te das cuenta que esto nos deja en la misma situación que antes con respecto a los predacons?
—Lo sé, pero Megatron no comete el mismo error dos veces: esta vez irá a buscar armamento y provisiones, y después irá por los discos, teniendo en la mira a cualquier superviviente para eliminarlo.
— ¿Y tu propuesta es?
—Encontrar los discos antes que él.

Antes que pudiera decir algo más, un disparo por la espalda lo derribó. Rhinox y Optimus se pusieron en guardia ante el misterioso atacante, pero después de unos momentos, quien se dejó ver era alguien a quien el líder maximal no esperaba.

— ¡Rattrap!

El aludido lucía una apariencia transmetálica: había aumentado de tamaño, se veía más robusto y el metal brillante relucía bajo la luz nocturna, lo mismo que el rifle que llevaba en las manos.

—Sí, soy yo, no esperen a alguien más.

Optimus ayudó a levantarse a Dinobot, mientras hacía gestos para el el roedor bajara el arma.

—Baja esa arma Rattrap.
—Oh no, de ninguna manera, ya hemos pasado por esto antes, y ahora voy a matar a ese asqueroso y repugnante saurio antes que pueda hacer algo más en nuestra contra.
— ¡Dije que bajes el arma!

El grito de Optimus atronó en la noche; Rattrap dudó unos momentos, pero al final se rindió ante la potente mirada del líder maximal y bajó el arma.

—Escucha muy bien lo que voy a decir: Estoy contento de que hayas regresado con nosotros, sé que eres un buen guerrero y entiendo que pasaste por un momento difícil luego de lo ocurrido con el veneno, pero no vas a volver a pasar por sobre mi autoridad.

Rattrap no podía quitar los ópticos de Dinobot, quien permanecía quieto, ignorando su presencia, mientras miraba a Primal.

—En cuanto empezó esa tormenta supe que no podía seguir ahí tirado en los restos de la base predacon —dijo en voz baja—, pero no vine aquí para volver a caer en las mismas trampas que nos tienen en estas condiciones.
—Entonce vete.
—Optimus...
—Lo digo en serio, Rhinox —enfatizó el líder—. Tal vez no tengo la experiencia necesaria, y he sido débil e indeciso en el pasado, pero llegado a este punto, tomé la decisión de detener a Megatron, cueste lo que cueste, y nadie se va a interponer en ese camino, ni siquiera ustedes. Eres bienvenido en el grupo y espero tu mejor participación Rattrap, pero si no estás dispuesto a seguir mi plan, te dejaré atrás.

El incómodo silencio que siguió fue bastante extenso; pero al final el roedor accedió.

—Está bien, las cosas se harán como tú digas.
—Dinobot viene con nosotros, nos ayudará en la búsqueda del disco dorado. Tú vas a encargarte de asistir a Rhinox para que podamos movilizarnos con más rapidez. Dinobot ¿Pudiste ver en qué dirección salieron despedidos los discos dorados cuando terminó la tormenta?

El saurio recuperó sus armas, tras lo cual miró hacia el cielo.

—Estaba a suficiente distancia de eso para ver el enfrentamiento, pero el despliegue de rayos era muy fuerte; sin embargo, creo que es en esa dirección, hacia el territorio helado.

Rhinox recordó con pesar el momento en que él y Cheetah se separaron, lo que no sólo traía malos recuerdos por lo que tenía que ver con su amigo ya desaparecido, sino además por el visitante extraño.

—Escuchen, si los discos están en esa dirección, es probable que haya un problema adicional. Al momento de llegar a la base de Megatron, apareció otro robot, un tigre que dio advertencia de destruir a quienes se acercaran a su territorio.
—Es probable que se trate de alguno de los robots procedentes de las vainas que cayeron por todo el planeta —reflexionó Optimus—. Sin el control adecuado, puede haber salido de su interior y trastornarse. ¿Dijo algo más?
—Sí. Dijo que iba a gobernar a toda forma viviente sobre la faz de esta cuerpo celeste.


                                           

Próximo capítulo: Elegir entre enemigos

domingo, 1 de mayo de 2016

Broken spark Capítulo12: Sincronía





Airazor, Tigreton y Silverbolt terminaron su viaje cuando ya estaba bastante entrada la noche y la luna resplandecía en el cielo, haciendo olvidar los estragos que la tormenta de energía causó en el lugar algunas horas antes; el sitio acordado para el descenso fue un claro al interior de un bosque muy tupido, en un punto intermedio entre la zona nevada vigilada por Tigreton y el territorio de Airazor.

—Este lugar es muy hermoso.
—Es un ejemplo de cómo la vida sigue y suma día a día —explicó Tigreton—, y es lo que tenemos que preservar.

En ese momento la aguda visión de Airazor detectó algo a cierta distancia.

—Blackaracnia ha llegado, y al parecer no viene sola.

Silverbolt volteó en la dirección que indicaba Airazor, pero no vio nada; creyendo por un momento que podría tratarse de un error, miró al águila, pero ella mantenía su serena mirada en la misma dirección ¿Acaso podía ver algo que él no? Después de un largo rato, el follaje en los árboles se removió, pero aún no podía ver nada; la voz, suave y sigilosa, era distinta a lo que se esperaba de ella pero ¿qué era lo que esperaba?

— ¿Es seguro, madre, padre?
—No temas hija —dijo Tigreton con tranquilidad—. Estás en confianza.

Por primera vez la araña se dejó ver entre las ramas, desplazándose como si flotara o no necesitara utilizar sus múltiples extremidades para hacerlo. Después de permanecer unos instantes quieta, mirando a los que la enfrentaban, se convirtió a robot, revelando su figura sugerente y de movimientos sinuosos, y la mirada aguda que se dirigió de forma directa a él.

—Parece que hay noticias.
—Así es, y es u gran momento —comentó Airazor—. Queremos que conozcas a Silverbolt, acaba de unirse a nosotros.

Ambos se miraron en silencio, estudiándose con detención, Blackarachnia observando con curiosa atención, Silverbolt cautivado por la extraña y a la vez innegable belleza de la fémina; después de unos instantes de silencio, él también se convirtió a robot y se inclinó, poniendo una rodilla en tierra, sin dejar de mirarla directo a los ojos.

—Eres como una aparición frente a mi, Blackarachnia, estoy encantado.

Ella desvió la mirada hacia los otros dos, un poco divertida por la ceremoniosidad con la que se expresaba Silverbolt.

—Es un gusto supongo.
—Tigreton dijo que eras única en tu especie y tuvo razón; resultas apabullante a la vista.

Ella no respondió, algo confundida por la forma de hablar de él; cambió de tema de inmediato.

—He encontrado a un nuevo hermano para nosotros.
—Eso es maravilloso —comentó Airazor—. Precisamente estábamos hablando de la necesidad de encontrar a los otros que están perdidos en este planeta.
—Lo he traído.

Blackarachnia guió al resto del grupo entre los matorrales y árboles contiguos al terreno en donde se encontraron: una vaina stasis figuraba colgada de la tela de araña, lo que demostraba que ella la había arrastrado hasta ese sitio.

— ¿Sabes si escaneó algo?
—No desde que la encontré —repuso ella—, no ha hecho nada en absoluto, así que pensé que lo mejor era que ustedes decidieran qué hacer.

Tigreton y Airazor se acercaron a la vaina y la descolgaron con lentitud, sin mencionar que ninguno de los dos sabía con exactitud la forma en que funcionaban las vainas; sabían que debían realizar un análisis del terreno en busca de una forma con la que realizar la modificación corporal y, a través de ello, adquirir un modo alterno. Por suerte, al momento de dejarla sobre el suelo, la vaina mostró una reacción, y el escáner analizó el terreno; después de unos momentos la tapa de la vaina se abrió y emergió de ella una forma nueva.


2


Rhinox estaba confundido acerca de las señales que identificaba a su alrededor, ahora que la tormenta había terminado; llevaba bastante tiempo en el mismo sitio, identificando ruinas y escombros, sin poder avanzar pero al mismo tiempo detectando unos niveles que no conseguía establecer con claridad.
Cuando sus sensores auditivos descubrieron un murmullo, se puso en alerta.
Cerca de él había algo, o alguien, que emitía un lastimero sonido ¿De qué podría tratarse? No era un animal de la zona ¿o tal vez uno herido? Le parecía extraño, ya que en uno de sus primeros estudios había concluido que las formas de vida tenían un avanzado sentido de la supervivencia, y ante desastres naturales tendían a esconderse en sitios seguros, por lo que estar en descampado ante una tormenta de semejantes dimensiones, y que se extendió por bastante tiempo, no era esperable que estuvieran en el exterior, y la tormenta terminó de forma abrupta, sin consecuencias.

— ¿Quién está ahí?

Por un momento se sintió angustiado: se trataba de uno de ellos; no lo supo por los informes de los sensores, simplemente lo supo, y algo en su interior le dijo que así era. La pregunta crucial que surgió en su mente, y que hacía lucir de verdad estúpida su acción de hablar en voz alta era ¿Maximal o Predacon? No lograba determinar el punto exacto de dónde venía la débil señal y el murmullo, y estando ciego, no tenía las mejores opciones de descubrir mucho más. De pronto una mano lo sujetó de una pierna.

—Ahh...ahh...

Algo extraño en la voz: no la reconocía, ni de sus aliados ni de los enemigos. Eso podía significar que fuese uno de los robots despertados desde las vainas stasis, y por ende un peligro potencial que desconocía por completo.

— ¿Estás bien?

No se movió, y en cambio, se inclinó para poder alcanzar la mano; con lentitud descubrió que el cuerpo estaba sepultado bajo una pila de escombros. Comenzó a removerlos siguiendo el contorno del brazo, y al cabo de unos momentos la figura cobró un poco más de libertad y empezó a sacudirse, lo que facilitó que entre ambos pudieran liberarse.

—En el nombre de los Primes ¿Qué te sucedió Rhinox?

El aludido se puso de pie, confundido.

— ¿Quién eres?

Optimus observó con detenimiento a su amigo; tenía una serie de heridas menores en el cuerpo, pero lo que resultaba de verdad preocupante era la lesión en el rostro; entonces supuso que, durante la tormenta generada por la demencial acción de Megatron, el científico hubiese sido tocado por un rayo que quemó sus ópticos.

—Lo lamento amigo mío, no lo noté a primera instancia.
— ¿Optimus?
—Sí viejo amigo, soy yo.
— ¿Qué te sucedió?

Se refería a la voz. Optimus miró sus manos, comprendiendo a primera vista cuál era la diferencia fundamental; en el instante de la tormenta, luego de la caída de Cheetah, fue alcanzado de lleno por un rayo, después de lo cual perdió el conocimiento, llegando a creer que iba a morir por causa de la descarga. Ahora podía ver en sí mismo, y detectarlo a través de los sistemas internos, que no sólo estaba vivo, también había cambiado: su coraza se había vuelto transmetálica, incorporando la tecnología cybertroniana de origen tanto al modo robot como al alterno. Su sistema indicaba también que los niveles de rango, fuerza, precisón y potencia de tiro eran mayores que antes, lo que significaba una inesperada, pero oportuna evolución.

—Fui cambiado por la energía del disco.
— ¿A qué te refieres?
— ¿Dónde estuviste después del ataque? —repuso el líder, pero de inmediato reformuló—. Lo siento viejo amigo, nunca quise...
—No es necesario que lo expliques —lo interrumpió Rhinox—. Entendí lo que pasó en ese mismo instante, cuando Dinobot los contagió con el veneno; pero al mismo tiempo supe que intentaste resistir lo más posible y evitar hacernos daño.

Claro que lo había intentado, pero era demasiado tarde para algunos.

—Lo intenté, pero fallé, y ahora todo es peor.
—Dime qué sucedió exactamente.

Sucedió un silencio, que el científico pudo identificar con toda claridad. Lo lamentó en su interior, pero en realidad las cosas habían llegado muy lejos como para quedarse así.

—Escucha Optimus, puede que esté ciego, pero no he perdido el resto de mis facultades. Sé que esa tormenta no es de origen natural, y puedo deducir que las cosas van de mal en peor. Soy tu amigo y seguidor, no me dejes en las sombras.

Optimus sintió un profundo respeto por Rhinox, y decidió actuar de acuerdo con eso. Ya sabía lo que estaba sucediendo en otro sitio.

—Megatron encontró un segundo disco dorado en las profundidades de una cueva bajo el territorio en donde estaba su nave,y lo utilizó para convertirse en un gigante de energía: eso es lo que provocó la tormenta. Rattrap abandonó la batalla y perdió las ganas de vivir, y Cheetah...fue afectado por la onda energética y realizó el máximo acto de heroismo, sacrificándose para detener a Megatron. Pero murió en el intento. No queda nadie más Rhinox, y ahora mismo es muy posible que Megatron siga con vida, teniendo en su poder alguno de los dos discos, habiendo evolucionado a lo transmetálico, o incluso ambos, con lo que la amenaza que representa es de un nivel incalculable. He fracasado como líder de este grupo.

Rhinox preveía la muerte de Cheetah, pero saber que ya era una realidad no disminuía la tristeza por ello. Sin embargo, las opciones seguían siendo las mismas.

—No has fracasado Optimus, has estado enfrentado a situaciones que superan los recursos que tienes; cualquier otro habría sido derrotado, pero tú sigues aquí.
—Resulta difícil enfrentar lo que ha sucedido, y las responsabilidades que me corresponden; inclusive tu estado es culpa mía, te empujé a eso y es mi fracaso.
—No, no lo es —insistió Rhinox—. Mientras estemos aquí y podamos continuar, no has fracasado.

Una voz interrumpió a ambos. Destilaba fuerza y seguridad.

—Lo que dice es cierto, Optimus. No has fracasado, y tampoco estás solo.


3


Megatron surgió de entre los escombros, y se encontró cerca de un lago; caminando con lentitud, aún reponiéndose de la experiencia vivida poco antes. Después de experimentar todo ese poder, la sensación de pérdida era desconcertante, pero al mismo tiempo sentía que las cosas no habían regresado al punto de origen ¿Qué era lo que cambiaba? Mirando alrededor comprobó los resultados del despliegue de energía: escombros, zonas humeantes, y nada de actividad alrededor; a todas luces estaba a bastante distancia del sitio en donde había emergido y luchado con esa forma de energía maximal, pero lo que de verdad parecía preocupante era que ya no tenía consigo el disco dorado, y no había la más mínima seña del segundo disco, el que permitió que
adquiriera aquel poder.
Sin embargo, a pesar de la derrota, se encontraba en buenas condiciones, y se sentía extraño, distinto ¿De qué podría tratarse? Al acercarse al lago vio su reflejo en la superficie del agua, y entendió qué era lo que afectaba a su cuerpo, y que lo hacía sentir diferente.

—Una coraza transmetálica —dijo apreciando su nueva apariencia, refulgente aun entre la oscuridad de la incipiente noche—. Entonces, no he perdido la guerra, he iniciado una nueva etapa. Con este poder, mis objetivos están más cerca que antes.

La risa de Megatron se escuchó en el vacío de la noche, y a cierta distancia, alguien lo escuchó y supo que no era el único cuyo cuerpo había cambiado.



Próximo capítulo: Tecnología obsoleta